Para un señor medieval, los campesinos son como el aire para los humanos: una necesidad. Son el corazón y el alma de toda aldea y ejército.
Cada aldea necesita un determinado número de campesinos para llevar a cabo las diversas tareas y gestionar los edificios que hay en ella. Los que no encuentren trabajo en la aldea podrán alistarse en el ejército como tropas de diversos tipos o, simplemente, quedarse en sus cobertizos para trabajar la tierra y pagar impuestos a su señor.